Narra Pablo
Pablo: Llevaba deseándolo desde que llamé al timbre.
Nos separamos por falta de aire y la imagen que tengo delante hace que suspire. Estamos pegados frente con frente, sigue con los ojos cerrados.
Sandra: Sabes, te echaba de menos.
Me dice mientras le acaricio la mejilla, y apoyo la cabeza en el sofá.
Seguimos así un buen rato hasta que...
Rebeca: Ejem... vamos a comer.
Sandra: Vamonoooos.
Pablo: Weeee, ¡Que hambre!
Nos levantamos y entramos en la cocina para comer, y es ahí cuando me doy cuenta de que Rebeca no tiene el brillo de esta mañana en sus ojos, y creo saber el por qué.
Cuando nuestras miradas se encuentran le hago una mueca pidiéndole perdón por cuando nos encontró a Sandra y a mi embobados. Ella me dedica una triste sonrisa ladeando la cabeza para decirme que no pasa nada.
Sandra: Oye, ¿Os apetece salir a dar un paseo?
Pablo: Yo estoy un poco cansado, he dormido muy poco.
Sandra: Mmmm... entonces... ¿Maratón de películas todo el día?
Rebeca: ¡Películas, películas!
Grita y sale corriendo de la cocina hacia la televisión y yo suelto una carcajada.
Sandra: No está loca eh, sólo le encanta ver películas, pero no está loca. Es normal, creo.
Nos reímos y nos dirigimos al sofá mientras Rebeca prepara la primera película. Se decide por una de esas de amor, de las que a mi no me gustan ver porque son muy empalagosas, pero que remedio, habrá que verla.
Estoy sentado enmedio de las dos, Rebeca se ha quedado dormida apoyada en uno de mis hombros y Sandra apoyada en el otro intentando no quedarse dormida.
Entrelazo su mano con la mía, ella levanta la cabeza y sus mejillas se ponen de color rosa.
Pablo: Estás para comerte cuando te sonrojas.
Le digo al oído, y parece "molestarle".
Sandra: ¡Oyeee!
Se hace la enfadada y me suelta, pero yo vuelvo a entrelazar nuestras manos y pongo su cabeza en mi pecho.
Pablo: Me gustaría parar el tiempo.
Sandra: ¿Por qué?
Pablo: Porque tengo entre mis brazos a las dos chicas más guapas del mundo.
Sandra: Eres malo, y lo sabes.
Pablo: ¿Por qué?
Imito su voz igual que cuando me hizo esa misma pregunta.
Sandra: Por que te gusta hacerme sonrojar.
Y, a pesar de que no veo su cara, sé que está sonriendo. Echo la cabeza hacia atrás y sonrio como un tonto.
Quién va a quererme soportar
Eres el estribillo de mi canción favorita...
viernes, 4 de septiembre de 2015
sábado, 21 de febrero de 2015
Capítulo 15: Sorpresa
Narra Rebeca
Primer día de rutina. Aunque no se haya acabado el verano la tranquilidad de Málaga ya no la vamos a tener. Aquello era un paraíso. Menos mal que Sandra se queda todo lo que queda de verano en mi casa.Una vez guardada la compra vamos a sentarnos en el sofá justo cuando suena el timbre. Me levanto y voy hacia la puerta.
Sandra: ¿Esperas a alguien?
Rebeca: ¿Yo? No, a saber quien será.
Abro la puerta y me quedo muda al ver quien es.
Sandra: ¿Rebe? ¿Pasa algo?
Rebeca: ...
Al ver que no contesto Sandra viene hacia la puerta, cuando llega se queda parada al ver a Pablo ahí. Pablo se ríe.
Pablo: ¿Que? ¿No pensáis saludarme?
Nos tiramos de golpe a sus brazos y caemos al suelo los tres. Soltamos una carcajada.
Pablo: Yo también tenía ganas de volver a veros, y eso que sólo ha pasado un día.
Sandra: Que... ¿Que haces aquí?
Pablo: Pues como sabéis en diez días empiezo la gira, y necesito teneros cerca para relajarme.
Sandra. ¿Pero que me estás contando?
Pablo: Lo que oyes señorita.
Los miro pícara.
Pablo: Y a ti que te pasa, porque nos miras así.
Sandra me mira roja y me hace señales de que pare ya.
Rebeca: Bueno buenooo, voy a hacer algo de comer.
Narra Sandra
Pablo está aquí, a mi lado, mirándome, y encima a solas porque a Rebeca se le ha metido en la cabeza que estemos solos, si no la conoceré yo ni nah.
Pablo: Mi niña, tenía ganas de verte.
Sandra: Y yo pablete.
Pablo me acaricia la cara mientras me mira y me sonríe. Mis mejillas están cada vez más rojas, no puedo con este silencio. De repente Pablo dice algo que me hace tener más ganas de besarle.
Pablo: Me encantó la noche que salimos, tus besos son tan dulces.
Sandra: Bésame.
Digo sin pensar, y Pablo se lanza a besarme sin pensárselo dos veces.
domingo, 1 de febrero de 2015
Capítulo 14: Adiós Málaga
Narra Pablo
Después de una gran comilona no se me ocurre otra cosa que cojer a Rebeca y tirarla a la piscina.Escucho a Sandra reirse.
Pablo: Y usted, ¿de que se rie si se puede saber? Ahora vas tu.
Sandra: No no.
Me hace pucheros.
Pablo: No me pongas esa carita que te como.
La cogo en brazos y me tiro con ella a la piscina.
Pasamos veinte minutos así, tirándonos a la piscina unos a otros. Una vez secos Sandra propone un juego.
Rebeca: Venga vale.
Pablo: Mmmm... Vale, pero la que pierda tiene que cantar conmigo.
Pongo cara de pillo.
Rebeca y Sandra: Trato echo.
El juego dura un rato entre risas y alguna que otratrampa.
Sandra: Me toca cantar, ¡que verguenza!
Pablo: Voy a ser bueno, os dejo que canteis juntas.
Empiezo con los acordes de "Pasos de cero" y ellas empiezan a cantar. Me quedo embobado escuchándolas, son tan dulces juntas.
Y así pasamos el resto de la tarde, cantando todas mis canciones y alguna que otra de mi tocayo Pablo López y David Bisbal.
Cuando me quiero dar cuenta son las doce de la noche.
Pablo: Es muy tarde, tengo que irme ya.
La dos me miran, ¿Que estarán tramando?
Sandra: Quédate con nosotras.
Pablo: Eso siempre mi niña.
Rebeca: Va enserio, quédate, hay espacio de sobra.
Pablo: Eh..eh.. me encantaría.
Rebeca. Pues no se hable más, vamos a cenar, a prepararlo todo y ¡a dormir! Que mañana toca viaje.
Después de cenar y una vez listos para ir a dormir, vamos a la habitación de Sandra, hinchamos un colchon y traemos el de la habitación de Rebeca. Al ratito veo como ya se han quedado dormidas,sin embargo yo no puedo pegar ojo. Una lágrima cae de mis ojos, me salgo al balcón por si acaso, no me gustaría que me viesen llorar.
No quiero que se vayan, no ahora que les he cogido tanto cariño. Intento relajarme y vuelvo a la cama, pero no hay manera de que cesen las lágrimas. Así me quedo dormido.
Los rayos del sol me despiertan, abro los ojos y me encuentro a Sandra durmiendo. Es tan bonita...
Oigo un suspiro y veo como Rebeca se levanta corriendo al baño. Me imagino lo que le debe pasar.
Antes de que entre al baño la cojo del brazo, la tiro a la cama y le hago cosquillas, pero una pregunta suya hace que pare.
Rebeca: La quieres mucho, ¿verdad?
Pablo: Me tiene hipnotizado.
Rebeca: Lo se pablete, lo se.
Pablo: ¿Tanto se me nota?
Rebeca: Tanto que se te ilumina la cara cuando la miras.
Bajo la cabeza y me sonrojo.
Rebeca: Por cierto, ¿y esos ojos?
Pablo: ¿Eh?... Nada, nada, tranquila.
Rebeca: Nada no, tu anoche estuviste llorando.
Pablo: Es una tonteria, de verdad.
Me coge la cara entre sus manos.
Rebeca: Cuentame, soy todo oídos para ti.
Pablo: Os he cogido tanto cariño que no quiero que os vayais.
Rebeca: Ayyys mi rubito... Como te quiero.
Nos abrazamos y se despierta Sandra.
Sandra: ¿Pasa algo?
Rebeca: No tranquila.
Sandra se estira, bosteza y se nos queda mirando.
Pablo: ¿Hola?
Sandra: Desayunemos ¿no?
Rebeca empieza a reírse al ver mi cara de asombro.
Rebeca: Sandra hasta que no desayuna no es ella misma, pero ni ella ni nadie.
Bajamos a desayunar y al acabar empiezan a prepararlo todo para ir a la estación. Me ofrezco a llevarlas y aceptan.
Ya estamos en la estación, me despido de Rebeca y se va a facturar las maletas. Aprovecho y me despido de Sandra.
Nos damos un abrazo, nos separamos y nos quedamos mirándonos pero rompo el silencio.
Pablo: No quiero despedirme de vosotras.
Sandra: Esto no es un adiós, es un hasta pronto.
Las lágrimas vuelven a mi cara, no puedo evitarlo, le beso. Ella al principio me sigue el beso, pero se separa rápido.
Pablo: Lo... lo siento.
Me sonríe, me acaricia las mejillas para quitarme las lágrimas.
Sandra: No pasa nada pablete.
Sonrío y viene Rebeca para avisar que tienen que irse ya.
Pablo: Os echaré de menos.
Rebeca y Sandra: Nos veremos pronto.
Dicen las dos a la vez y nos echamos a reír.
Pablo: No lo dudeis pequeñajas.
Les doy el último abrazo y las veo alejarse.
domingo, 18 de enero de 2015
Capítulo 13: Confesiones
Narra Rebeca
Hoy no se me puede pasar, hoy intentaré quedar a solas con Pablo.Sandra: Good morning beatiful.
Rebeca: Yes yes.
Sandra bosteza y se rasca los ojos.
Rebeca: Oye voy a salir, ¿te vienes o estas muy cansada?
Se tira en el sofá mientras me dice medio bostezando que ella se queda.
Le enviaré un mensaje a Pablo para que venga a la playa, le diré que estoy de camino así que no tardaré mas de diez minutos en llegar.
Pocos minutos después de haber llegado yo, veo a Pablo acercarse a mí.
Pablo: Hola enana.
Rebeca: Hola guapo.
Me da dos besos y empezamos a caminar por la orilla.
Rebeca: Pablo, nos vamos mañana...
Pablo: ¿A dónde?
Rebeca: A nuestra casa, a Sevilla.
Pablo: ¿De verdad? Pensé que os quedaríais más tiempo...
Miro al suelo, le cojo de la mano y empiezo a llorar.
Pablo: Ei, Rebeca, ¿Que te pasa mi niña?
No puedo evitarlo, mi corazón no lo aguanta más, he de decírselo. Me da igual lo que pase pero yo no quiero seguir sufriendo.
Levanto la vista y le miro a los ojos.
Rebeca: Te quiero.
Pablo me mira confundido.
Rebeca: Eres un gran amigo y te quiero como tal, pero, mi corazón te quiere de otra manera... Me encantan esos besos y abrazos tan dulces que me das cuando me ves decaída, esas bromas con las que tanto te ríes porque me haces rabiar... Todo eso lo quiero en mi día a día Pablo, aunque yo se que no es posible, tu quieres a otra persona.
Pablo: Rebeca, sabes que te tengo un cariño especial, que me haces reír y que el tiempo a tu lado se me pasa volando, pero, espero que entiendas que en mi corazón ha entrado otra persona. Sabes que el amor no se planea. Pero siempre siempre, me tendrás a tu lado para lo que necesites, de verdad.
Miro al suelo algo apenada. Por dentro pienso, ya me lo imaginaba, de que me sorprendo.
Pablo: ¿Estás bien?
Rebeca: Si.
Pablo: ¿Segura?
Rebeca: Si, tranquilo
Pablo: Ven aquí anda
Me abraza tiernamente y como dice el, bien apretao.
Rebeca: ¿Y ese abrazo?
Pablo: Aún no has aprendido a mentir enana.
Sonrío feliz de saber que siempre estará a mi lado, aunque en un cachito de mi corazón su nombre se ha quedado grabado.
Llevamos sentados en la arena un rato, hablando y riendo.
Rebeca: ¿Te quieres venir a comer? A Sandra le hará ilusión.
Pablo: Claro pero, oye, ahora que lo pienso, antes me has dicho que quiero a otra persona. ¿Cómo lo sabes?
Rebeca: Porque esa carita de emoticono enamorado de whatsapp que se te pone cuando la ves no te la quita nadie.
Pablo: Mirala ella.
Rebeca: Anda vente a comer, lo estás deseando, no mientas.
Pablo: Eres lista mujer.
Soltamos una gran carcajada y nos levantamos para ir camino a casa a comer.
miércoles, 7 de enero de 2015
Capítulo12: Noche especial
Narra Sandra
Me despierto con una gran sonrisa.
Ayer fue un día muy especial lleno de emociones y sorpresas, pero, sin duda, la sorpresa mas bonita fue cuando Pablo me cantó 'por fin'. Un millón de mariposas llenaron mi estómago.
Creo que estoy empezando a sentir algo por él, pero no puedo, mejor dicho, no debo. No creo que él sienta lo mismo.
Me voy a la ducha y mientras me caen los chorros de agua me pongo a pensar. Ayer me pareció ver a Rebeca llorar, no se que le pasará. Tendré que hablar con ella.
El sonido del timbre me saca de mis pensamientos.
Rebeca: ¡¡Sandrita, tenemos visita!!
Sandra: ¡Voy!
Que raro, es muy temprano, ¿quien será?.
Voy bajando las escaleras y me quedo parada al ver a Pablo sentado con Rebeca en el sofá. Se gira y se le forma una sonrisa en su preciosa cara. Rebeca pasa por mi lado y me da un beso en la mejilla.
Rebeca: ¡Buenos días! Voy a vestirme.
Asiento con la cabeza, entonces, reacciono y salgo corriendo a abrazar a Pablo.
Pablo: Vaya, yo también tenía ganas de verte.
Suelta una carcajada y yo me sonrojo y bajo la cabeza, pero Pablo me la vuelve a a subir.
Pablo: Que se te cae la corona, princesa.
Me lanzo a abrazarle otra vez.
Pablo: No es que no me gusten tus abrazos, todo lo contrario, pero... ¿no piensas hablar o que?
Pablo empieza a reírse .
Sandra: Pe... perdón, ¿que haces aquí tan pronto? Vaya sorpresa nos has dado.
Pablo: Había pensado en invitaros a desayunar.
Me dedica una sonrisa.
Pablo: Anda tonta, ven aquí.
Me abraza y se acerca a mi oído.
Pablo: Das unos abrazos muy tiernos.
Mi cuerpo se estremece y noto como Pablo sonríe. En ese momento baja Rebeca.
Rebeca: Ya estoy lista, ¿vamos?
Sandra: Espera dos segundos que acabe de arreglarme.
Pablo: Tranquilas que a mi no me importa esperar.
Le guiño el ojo y subo a terminar de arreglarme.
Narra Rebeca
A ver si no tarda mucho Sandra, bueno, así Pablo y yo estamos a solas. Me encanta cuando me hace bromitas de las suyas.
Pablo: Oye Rebeca, ¿a ti te gusta la nata?
Rebeca: Si claro.
Pablo: Pues toma nata.
Me da en la cara y se empieza a reír.
Rebeca: Que malo ereeeees.
Pablo: Mentira que a ti también te ha echo gracia.
Rebeca: No te digo nah que si no se te sube a la cabeza.
Mientras nos reímos vemos bajar a Sandra.
Sandra: ¡Lista!
Salimos de casa y vamos paseando hasta el chiringuito al que Pablo nos quería llevar.
Mientras desayunamos a Sandra se le ocurre que podríamos salir de fiesta, pero yo estoy muy cansada y prefiero quedarme en casa esta noche, aunque me gustaría ir sólo por el echo de estar con Pablo, pero como vaya me dormiré en la barra.
Por la noche
Narra Sandra
Pablo y yo vamos a una discoteca, Rebeca no ha querido venir porque estaba cansada.
Nos sentamos y pedimos un vodka cada uno.
Estamos hablando y riéndonos cuando, de repente, suena una canción suya, 'solamente tu'.
Pablo: Esta canción la conozco yo.
Los dos nos echamos a reír, y me entran ganas de salir a bailar.
Sandra: Vamos a bailar pablete.
Pablo: Pero si no se bailar.
Sandra: ¿Y yo me lo tengo que creer? vamos vamos vamos.
Le pongo morritos como los niños chicos, le tiendo la mano y el me da la suya. Nos dirigimos a la pista.
Estamos bailando muy pegados.
Pablo: "Tu y tu y tu"
Me susurra y yo comienzo a temblar.
Pablo: ¿Tienes frío mi niña?
Sandra: ...
Pablo: Ven, vamos a sentarnos y te dejo mi chaqueta.
Nos separamos pero Pablo se queda parado de repente.
Sandra: ¿Que pasa?
Esta blanco.
Me coge de la cintura y comienza a bailar otra vez. Se acerca a mi oido.
Pablo: Viene Marta, mi ex, y no me apetece verla, por favor sígueme el juego.
Asiento con la cabeza y cada vez bailamos mas pegados.
Cuando vemos que no viene nos vamos a la barra a pedir otra copa.
Nos lo estamos pasando muy bien, pero al rato veo que Pablo vuelve a quedarse blanco.
Pablo: Otra vez, viene Marta.
Sandra: Que pesada.
Nos reímos los dos, miro detrás mía y veo que se está acercando. Suelto mi copa, me acerco a Pablo y le beso. Él me sigue el beso, nos separamos y vemos que ya se ha ido Marta. Menos mal.
Pablo me sonríe y me susurra mientras me abraza.
Pablo: Gracias.
Me despierto con una gran sonrisa.
Ayer fue un día muy especial lleno de emociones y sorpresas, pero, sin duda, la sorpresa mas bonita fue cuando Pablo me cantó 'por fin'. Un millón de mariposas llenaron mi estómago.
Creo que estoy empezando a sentir algo por él, pero no puedo, mejor dicho, no debo. No creo que él sienta lo mismo.
Me voy a la ducha y mientras me caen los chorros de agua me pongo a pensar. Ayer me pareció ver a Rebeca llorar, no se que le pasará. Tendré que hablar con ella.
El sonido del timbre me saca de mis pensamientos.
Rebeca: ¡¡Sandrita, tenemos visita!!
Sandra: ¡Voy!
Que raro, es muy temprano, ¿quien será?.
Voy bajando las escaleras y me quedo parada al ver a Pablo sentado con Rebeca en el sofá. Se gira y se le forma una sonrisa en su preciosa cara. Rebeca pasa por mi lado y me da un beso en la mejilla.
Rebeca: ¡Buenos días! Voy a vestirme.
Asiento con la cabeza, entonces, reacciono y salgo corriendo a abrazar a Pablo.
Pablo: Vaya, yo también tenía ganas de verte.
Suelta una carcajada y yo me sonrojo y bajo la cabeza, pero Pablo me la vuelve a a subir.
Pablo: Que se te cae la corona, princesa.
Me lanzo a abrazarle otra vez.
Pablo: No es que no me gusten tus abrazos, todo lo contrario, pero... ¿no piensas hablar o que?
Pablo empieza a reírse .
Sandra: Pe... perdón, ¿que haces aquí tan pronto? Vaya sorpresa nos has dado.
Pablo: Había pensado en invitaros a desayunar.
Me dedica una sonrisa.
Pablo: Anda tonta, ven aquí.
Me abraza y se acerca a mi oído.
Pablo: Das unos abrazos muy tiernos.
Mi cuerpo se estremece y noto como Pablo sonríe. En ese momento baja Rebeca.
Rebeca: Ya estoy lista, ¿vamos?
Sandra: Espera dos segundos que acabe de arreglarme.
Pablo: Tranquilas que a mi no me importa esperar.
Le guiño el ojo y subo a terminar de arreglarme.
Narra Rebeca
A ver si no tarda mucho Sandra, bueno, así Pablo y yo estamos a solas. Me encanta cuando me hace bromitas de las suyas.
Pablo: Oye Rebeca, ¿a ti te gusta la nata?
Rebeca: Si claro.
Pablo: Pues toma nata.
Me da en la cara y se empieza a reír.
Rebeca: Que malo ereeeees.
Pablo: Mentira que a ti también te ha echo gracia.
Rebeca: No te digo nah que si no se te sube a la cabeza.
Mientras nos reímos vemos bajar a Sandra.
Sandra: ¡Lista!
Salimos de casa y vamos paseando hasta el chiringuito al que Pablo nos quería llevar.
Mientras desayunamos a Sandra se le ocurre que podríamos salir de fiesta, pero yo estoy muy cansada y prefiero quedarme en casa esta noche, aunque me gustaría ir sólo por el echo de estar con Pablo, pero como vaya me dormiré en la barra.
Por la noche
Narra Sandra
Pablo y yo vamos a una discoteca, Rebeca no ha querido venir porque estaba cansada.
Nos sentamos y pedimos un vodka cada uno.
Estamos hablando y riéndonos cuando, de repente, suena una canción suya, 'solamente tu'.
Pablo: Esta canción la conozco yo.
Los dos nos echamos a reír, y me entran ganas de salir a bailar.
Sandra: Vamos a bailar pablete.
Pablo: Pero si no se bailar.
Sandra: ¿Y yo me lo tengo que creer? vamos vamos vamos.
Le pongo morritos como los niños chicos, le tiendo la mano y el me da la suya. Nos dirigimos a la pista.
Estamos bailando muy pegados.
Pablo: "Tu y tu y tu"
Me susurra y yo comienzo a temblar.
Pablo: ¿Tienes frío mi niña?
Sandra: ...
Pablo: Ven, vamos a sentarnos y te dejo mi chaqueta.
Nos separamos pero Pablo se queda parado de repente.
Sandra: ¿Que pasa?
Esta blanco.
Me coge de la cintura y comienza a bailar otra vez. Se acerca a mi oido.
Pablo: Viene Marta, mi ex, y no me apetece verla, por favor sígueme el juego.
Asiento con la cabeza y cada vez bailamos mas pegados.
Cuando vemos que no viene nos vamos a la barra a pedir otra copa.
Nos lo estamos pasando muy bien, pero al rato veo que Pablo vuelve a quedarse blanco.
Pablo: Otra vez, viene Marta.
Sandra: Que pesada.
Nos reímos los dos, miro detrás mía y veo que se está acercando. Suelto mi copa, me acerco a Pablo y le beso. Él me sigue el beso, nos separamos y vemos que ya se ha ido Marta. Menos mal.
Pablo me sonríe y me susurra mientras me abraza.
Pablo: Gracias.
sábado, 3 de enero de 2015
Capítulo 11: El cumpleaños (parte II)
Narra Pablo
Sandra está guapísima, ahora que está sola hablaré con ella.
Pablo: Hola cumpleañera.
Sandra: Hola pablete.
Pablo: ¿Paseamos?
Sandra: Claro.
Mientras paseamos y reímos, me doy cuenta que esta chica me hace sentir algo especial, me gusta cada vez más.
Rebeca: !!Niñooos¡¡
Rebeca nos llama para darle los regalos a Sandra. Nos ponemos alrededor suyo y le dan los regalos, cuando llega mi turno, le cojo de las manos y empiezo a cantarle 'por fin'. Al acabar me da un abrazo apretao y un gran beso en la mejilla, no puedo evitar decírselo.
Pablo: Tu eres el mayor regalo que nadie puede tener.
Me mira con la cabeza un tanto ladeada y me sonríe tímida. Le doy un beso en la cabeza mientras le huelo el pelo.
Al separarme veo que Rebeca está con varios de sus amigos, me mira, veo que le cae una lágrima y sus amigos le preguntan que le pasa pero ella niega con la cabeza y se aleja de la fiesta.
Narra Rebeca
Siempre me han dicho que los celos son malos, pero no puedo evitarlo, Pablo la trata con ese cariño especial y cada día me voy dando cuenta de que no sólo me gusta, si no que le quiero...
Alguien se sienta a mi lado, y ya imagino quien.
Pablo: Hola.
Rebeca: ...
Pablo: Sabes, la luna está bonita y creo que si llorase no lo estaría tanto, ¿tu crees que la luna llora?
Rebeca: No creo.
Pablo: Entonces, si ella no llora, ¿tu porqué lloras?
Rebeca: Me he... emocionado nada más.
Le sonrío.
Pablo: No me gusta que llores por nada del mundo, y menos si es algo que yo he echo, sabes que puedes contarme lo que sea.
Le acaricio la cara.
Rebeca: Pablo, yo confío en ti pero, esto es algo que debo resolver conmigo misma, gracias de verdad.
Pablo: Bueno...
Me da un beso en la frente y me ayuda a levantarme para seguir con la fiesta.
Mañana será otro día.
Capítulo 11: El cumpleaños (parte I)
Narra Sandra
Ha llegado el día, hoy me hago mayor de edad, cumplo los 18. Me emociona mucho pasar mi dieciocho cumpleaños aquí en Málaga, pero no sé que puedo hacer hoy. De momento iré a la playa a pasar la mañana.
Rebeca: ¡¡¡¡FELICIDADEEEEEEEES FEAAAAAAA!!!!
Pego un bote en la cama y me pongo la mano en el pecho ya que Rebeca ha entrado de sopetón y gritándome.
Sandra: ¡¡¡Ostias¡¡¡ Tia un dia me matas eh.
Rebeca: Anda ya, venga vamos a desayunar que te he echo un cacho desayuno que te hundirás en el agua.
Sandra: Pues que bien, jajajaja.
Al acabar de desayunar me preparo las cosas para ir a la playa. Aviso a Rebeca de que me voy, me dice que no tarde que hoy quiere estar conmigo, me despido de ella con un abrazo y me voy.
Salgo del agua camino a la toalla para tumbarme un rato. Al sentarme en la toalla noto que alguien me tapa el sol y me dice hola, levanto la vista y no se porqué empiezo a ponerme nerviosa.
Sandra: Hola, ¿que haces tu por aquí?
Pablo: Pasear,¿y tu?
Sandra: Hoy tenía ganas de pasar la mañana en la playa.
Pablo: ¿Sola?
Sandra: Si, Rebeca está haciendo no se qué, jaja.
Pablo: ¿Quieres que demos un paseo?
Noto que mis mejillas se sonrojan al ver que me mira sonriente. Asiento con la cabeza y recojo las cosas.
Llevamos un rato andando por la orilla y ninguno ha dicho nada, y eso me pone mas nerviosa aún.
Sandra: ¿Que tal tu sobri?
Pablo: Bien, ayer me dijo que eres muy diveertida y que quiere que seas su tita, que ocurrencias tienen estos niños eh jajajaja.
Ahora mismo debo parecer un tomate...No puedo evitar que se me venga a la mente el pensamiento de sus labios y los mios juntándose... Rápidamente esfumo esa imagen, pero me queda una sonrisa tímida en la cara.
Pablo: Que sonriente estás.
Sandra: Si, bueno, estoy contenta jaja.
Pablo mira su reloj y se despide de mí con un beso en la mejilla.
Vuelvo a casa que Rebeca me regañará si llego mas tarde de las doce.
Narra Rebeca
Bien, ya es la hora, Pablo debe estar en la playa con nuestros padres y amigos acabando de prepararlo todo.
Rebeca: !Sandraaaa, vamonos ya¡
Sandra: Vooooy.
Poco antes de llegar a la playa le pongo un pañuelo en los ojos a Sandra. Llegamos y Pablo empieza a cantar, mientras le voy quitando el pañuelo.
Sandra con cara de asombro no para de mirar a pablo, mientras el se acerca y le coge las manos cantándole. Quizá esta mal que lo diga, pero me comen los celos aunque ella sea mi amiga.
Pablo le da un beso en la frente y le felicita cariñosamente.
Pablo: Felicidades preciosa.
Sandra: Gracias Pablo.
Sandra le mira y le sonríe sonrojada.
Rebeca: Bueno que, ¿!fiestuqui o que pasa?¡ Venga Pablo dale marcha a la garganta y canta algo.
Pablo: jajaj vale vale.
Pablo comienza a cantar mientras Sandra abraza a todos y yo voy repartiendo tarta.
Ha llegado el día, hoy me hago mayor de edad, cumplo los 18. Me emociona mucho pasar mi dieciocho cumpleaños aquí en Málaga, pero no sé que puedo hacer hoy. De momento iré a la playa a pasar la mañana.
Rebeca: ¡¡¡¡FELICIDADEEEEEEEES FEAAAAAAA!!!!
Pego un bote en la cama y me pongo la mano en el pecho ya que Rebeca ha entrado de sopetón y gritándome.
Sandra: ¡¡¡Ostias¡¡¡ Tia un dia me matas eh.
Rebeca: Anda ya, venga vamos a desayunar que te he echo un cacho desayuno que te hundirás en el agua.
Sandra: Pues que bien, jajajaja.
Al acabar de desayunar me preparo las cosas para ir a la playa. Aviso a Rebeca de que me voy, me dice que no tarde que hoy quiere estar conmigo, me despido de ella con un abrazo y me voy.
Salgo del agua camino a la toalla para tumbarme un rato. Al sentarme en la toalla noto que alguien me tapa el sol y me dice hola, levanto la vista y no se porqué empiezo a ponerme nerviosa.
Sandra: Hola, ¿que haces tu por aquí?
Pablo: Pasear,¿y tu?
Sandra: Hoy tenía ganas de pasar la mañana en la playa.
Pablo: ¿Sola?
Sandra: Si, Rebeca está haciendo no se qué, jaja.
Pablo: ¿Quieres que demos un paseo?
Noto que mis mejillas se sonrojan al ver que me mira sonriente. Asiento con la cabeza y recojo las cosas.
Llevamos un rato andando por la orilla y ninguno ha dicho nada, y eso me pone mas nerviosa aún.
Sandra: ¿Que tal tu sobri?
Pablo: Bien, ayer me dijo que eres muy diveertida y que quiere que seas su tita, que ocurrencias tienen estos niños eh jajajaja.
Ahora mismo debo parecer un tomate...No puedo evitar que se me venga a la mente el pensamiento de sus labios y los mios juntándose... Rápidamente esfumo esa imagen, pero me queda una sonrisa tímida en la cara.
Pablo: Que sonriente estás.
Sandra: Si, bueno, estoy contenta jaja.
Pablo mira su reloj y se despide de mí con un beso en la mejilla.
Vuelvo a casa que Rebeca me regañará si llego mas tarde de las doce.
Narra Rebeca
Bien, ya es la hora, Pablo debe estar en la playa con nuestros padres y amigos acabando de prepararlo todo.
Rebeca: !Sandraaaa, vamonos ya¡
Sandra: Vooooy.
Poco antes de llegar a la playa le pongo un pañuelo en los ojos a Sandra. Llegamos y Pablo empieza a cantar, mientras le voy quitando el pañuelo.
Sandra con cara de asombro no para de mirar a pablo, mientras el se acerca y le coge las manos cantándole. Quizá esta mal que lo diga, pero me comen los celos aunque ella sea mi amiga.
Pablo le da un beso en la frente y le felicita cariñosamente.
Pablo: Felicidades preciosa.
Sandra: Gracias Pablo.
Sandra le mira y le sonríe sonrojada.
Rebeca: Bueno que, ¿!fiestuqui o que pasa?¡ Venga Pablo dale marcha a la garganta y canta algo.
Pablo: jajaj vale vale.
Pablo comienza a cantar mientras Sandra abraza a todos y yo voy repartiendo tarta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)