Sandra está guapísima, ahora que está sola hablaré con ella.
Pablo: Hola cumpleañera.
Sandra: Hola pablete.
Pablo: ¿Paseamos?
Sandra: Claro.
Mientras paseamos y reímos, me doy cuenta que esta chica me hace sentir algo especial, me gusta cada vez más.
Rebeca: !!Niñooos¡¡
Rebeca nos llama para darle los regalos a Sandra. Nos ponemos alrededor suyo y le dan los regalos, cuando llega mi turno, le cojo de las manos y empiezo a cantarle 'por fin'. Al acabar me da un abrazo apretao y un gran beso en la mejilla, no puedo evitar decírselo.
Pablo: Tu eres el mayor regalo que nadie puede tener.
Me mira con la cabeza un tanto ladeada y me sonríe tímida. Le doy un beso en la cabeza mientras le huelo el pelo.
Al separarme veo que Rebeca está con varios de sus amigos, me mira, veo que le cae una lágrima y sus amigos le preguntan que le pasa pero ella niega con la cabeza y se aleja de la fiesta.
Narra Rebeca
Siempre me han dicho que los celos son malos, pero no puedo evitarlo, Pablo la trata con ese cariño especial y cada día me voy dando cuenta de que no sólo me gusta, si no que le quiero...
Alguien se sienta a mi lado, y ya imagino quien.
Pablo: Hola.
Rebeca: ...
Pablo: Sabes, la luna está bonita y creo que si llorase no lo estaría tanto, ¿tu crees que la luna llora?
Rebeca: No creo.
Pablo: Entonces, si ella no llora, ¿tu porqué lloras?
Rebeca: Me he... emocionado nada más.
Le sonrío.
Pablo: No me gusta que llores por nada del mundo, y menos si es algo que yo he echo, sabes que puedes contarme lo que sea.
Le acaricio la cara.
Rebeca: Pablo, yo confío en ti pero, esto es algo que debo resolver conmigo misma, gracias de verdad.
Pablo: Bueno...
Me da un beso en la frente y me ayuda a levantarme para seguir con la fiesta.
Mañana será otro día.
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