miércoles, 31 de diciembre de 2014

Capítulo 9: Presentaciones

Narra Sandra:
La comida ya esta echa pero estoy preparando un bizcocho. No puedo abrir el paquete de harina, así que hago más fuerza para poder abrirla y de repente sale disparada a mi cara. Me empiezo a reír sola, cuando oigo el ruido de la puerta y la voz de Rebeca, pero no viene sola. Salgo para ver quien es sin soltar la harina y con lan cara llena de ella.
Cuando veo quien es se me cae la harina al suelo y me quedo parada sin dejar de mirarle hasta que la risa de Rebeca me hace reaccionar.
Rebeca: Pablo, esta es Sandra, Sandra, creo que él no necesita presentación ¿no?
Niego con la cabeza.
Rebeca: Bueno pues voy a ponerme cómoda y vuelvo.
Sandra: Ho...ho..hola Pablo.
Le doy dos besos.
Pablo: Ho...ho..hola guapa.
Espera espera, ¿me acaba de decir guapa? ¿Yo? ¿Y encima llena de harina? No me lo creo.
Sandra: Eh... voy... voy a recoger esto.
Pablo: Espera, te ayudo.
Asiento con la cabeza.
Estamos limpiando la que he liado y sin querer se rozan nuestras manos, nos miramos fijamente a los ojos.
Rebeca: Ejem, ejem, ya veo que os llevais bien.
Mis mejillas se sonrojan cada vez más.
Rebeca: Bueno, ya terminarás el bizcocho, vamos a comer.

La comida pasa tranquila y cuando nos vamos a sentar en el sofá, la voz de pablo nos detiene.
Pablo: Eh.. yo me tengo que ir.
Rebeca: ¿Y eso?
Pablo: Prometí llevar a mi sobrina a la playa. ¿Os queréis venir?
Rebeca me mira buscando respuesta.
Sandra: Esta bien, esta bien.
Rebeca sube contenta a cambiarse.

Después de ponernos el biquini y de recoger a la sobrina de pablo, nos dirigimos a la playa.

Narra Pablo:
Al entrar en casa de Rebeca veo salir de la cocina una chica con la cara llena de harina y el paquete en la mano. Al verme se le cae el paquete de harina, Rebeca nos presenta y sube a cambiarse.
Sandra me da dos besos y me doy cuenta, !es la chica de la playa¡. Es preciosa hasta con harina en la cara. Una vez la he ayudado a limpiarlo todo, ayudo a Rebeca a poner la mesa y Sandra se lava la cara. Durante la comida la miro embobado, tiene una sonrisa perfecta. Veo a Rebeca mas ausente que esta mañana, nos mira a Sandra y a mi con ojos tristes, ¿que le pasara? aunque ella me diga que no se que algo pasa por su cabeza, y no lo está pasando bien. Tendré que hablar con ella.
Les aviso que me tengo que ir a la playa con mi sobrina, les invito a  venir y aceptan, aprovecharé para intentar hablar con Rebeca.

Capítulo 8: Buenos días

Narra Pablo:
Abro los ojos gracias a los rayos de sol que entran por mi ventana. Miro al techo y me pongo a pensar. Lo primero que se me viene a la cabeza es la chica que vi ayer en la playa, no se que tiene, no la conozco no se nada de ella. Solo se que me hipnotizo su sonrisa. Espero volver a encontrármela algún dia.
El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos, es un whatsapp de Rebeca.
Rebeca: !Buenos dias rubio¡
¿Nos vemos a las doce en la playa?
Pablo: !Buenos dias preciosa¡ Claro, allí nos vemos.
Rebeca: Pues te dejo que te prepares, seguro que te acabas de despertar, ¿a que si, pablete?
Pablo: ¿Y tu como me conoces tan bien? Me das miedo eh.
Rebeca: Llamémoslo intuición.
Pablo: Intuición femenina, ¿no? (guiño sacando la lengua) jajajaja.
Anda, me voy a duchar, besitos.
Rebeca: Muaaaaacks pablete.
Sonrío mientras dejo el móvil en la mesita. Desayuno con mi sobrina, que quiere venirse conmigo, consigo convencerla pero con la condición de llevarla esta tarde a la playa. Esta niña... tan pequeña y tan chantajista. Me río ante mi ocurrencia y me voy a la ducha.
Al salir me visto con unos pantalones cortos negros, una camiseta roja y como no, mi inseparable gorra.
Cojo mis llaves y mi móvil y salgo de casa camino a la playa para preparar todo lo del cumpleaños de su amiga.

Narra Rebeca:
Hemos estado preparando todo y ya esta listo para el cumpleaños dentro de tres dias.
Volvemos a la playa y mientras Pablo va a comprar un refresco, yo me siento en la arena de la playa y al ratito veo una sombra y noto un beso en mi mejilla. Me giro y es el, me da la cocacola y se sienta a mi lado.
Rebeca: !Gracias pequeño¡ Por cierto, que se me olvidó decirte antes... Que pronto llegaste esta mañana ¿no? Espero que no estuvieras mucho rato esperándome.
Pablo levanta una ceja.
Pablo. ¿Lo dudabas?
Rebeca: No pensaba que eras tan puntual.
Pablo: Y no suelo serlo.
Soltamos una carcajada los dos.
Pablo: Pero esta ocasión merece la pena.
Rebeca: Ahh ¿si? ¿Y eso porque?
Ahora soy yo la que levanta una ceja.
Pablo: Pues... porque una chica como tu no se merece que la hagan esperar.
Me sonrojo.
Pablo. Y porque me tienes intrigado con tu amiga, no se nada de ella, estoy deseando conocerla.
Rebeca: ...
Me quedo callada y pensativa un rato.
De repente noto una caricia en la mejilla.
Rebeca. ¿Eh? ¿Me decías algo?
Pablo: No tranquila. ¿Que te pasa? estas ausente.
Rebeca: Si, perdona, es que... estaba pensando...
Pablo. Cuéntame, que se te pasa ahora por esa cabecita.
Me da un toquecito en la cabeza y nos echamos a reír.
Rebeca: Pues... que son las dos y media y pensaba que si te quieres venir a casa a comer y te presento a alguien.
Pablo: ¿A quien?
Me pregunta extrañado.
Rebeca: Ahh... !!Sorpresa¡¡ Bueno que, ¿te vienes o no?
Se levanta y estira su mano para ayudarme a levantarme.
Nos dirigimos a mi casa. Quizás Sandra me mate por no avisarle de que llevo visita, pero pienso que le gustará la sorpresa.
Creo que se llevarán bien, muy bien.