Narra Pablo:
Abro los ojos gracias a los rayos de sol que entran por mi ventana. Miro al techo y me pongo a pensar. Lo primero que se me viene a la cabeza es la chica que vi ayer en la playa, no se que tiene, no la conozco no se nada de ella. Solo se que me hipnotizo su sonrisa. Espero volver a encontrármela algún dia.
El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos, es un whatsapp de Rebeca.
Rebeca: !Buenos dias rubio¡
¿Nos vemos a las doce en la playa?
Pablo: !Buenos dias preciosa¡ Claro, allí nos vemos.
Rebeca: Pues te dejo que te prepares, seguro que te acabas de despertar, ¿a que si, pablete?
Pablo: ¿Y tu como me conoces tan bien? Me das miedo eh.
Rebeca: Llamémoslo intuición.
Pablo: Intuición femenina, ¿no? (guiño sacando la lengua) jajajaja.
Anda, me voy a duchar, besitos.
Rebeca: Muaaaaacks pablete.
Sonrío mientras dejo el móvil en la mesita. Desayuno con mi sobrina, que quiere venirse conmigo, consigo convencerla pero con la condición de llevarla esta tarde a la playa. Esta niña... tan pequeña y tan chantajista. Me río ante mi ocurrencia y me voy a la ducha.
Al salir me visto con unos pantalones cortos negros, una camiseta roja y como no, mi inseparable gorra.
Cojo mis llaves y mi móvil y salgo de casa camino a la playa para preparar todo lo del cumpleaños de su amiga.
Narra Rebeca:
Hemos estado preparando todo y ya esta listo para el cumpleaños dentro de tres dias.
Volvemos a la playa y mientras Pablo va a comprar un refresco, yo me siento en la arena de la playa y al ratito veo una sombra y noto un beso en mi mejilla. Me giro y es el, me da la cocacola y se sienta a mi lado.
Rebeca: !Gracias pequeño¡ Por cierto, que se me olvidó decirte antes... Que pronto llegaste esta mañana ¿no? Espero que no estuvieras mucho rato esperándome.
Pablo levanta una ceja.
Pablo. ¿Lo dudabas?
Rebeca: No pensaba que eras tan puntual.
Pablo: Y no suelo serlo.
Soltamos una carcajada los dos.
Pablo: Pero esta ocasión merece la pena.
Rebeca: Ahh ¿si? ¿Y eso porque?
Ahora soy yo la que levanta una ceja.
Pablo: Pues... porque una chica como tu no se merece que la hagan esperar.
Me sonrojo.
Pablo. Y porque me tienes intrigado con tu amiga, no se nada de ella, estoy deseando conocerla.
Rebeca: ...
Me quedo callada y pensativa un rato.
De repente noto una caricia en la mejilla.
Rebeca. ¿Eh? ¿Me decías algo?
Pablo: No tranquila. ¿Que te pasa? estas ausente.
Rebeca: Si, perdona, es que... estaba pensando...
Pablo. Cuéntame, que se te pasa ahora por esa cabecita.
Me da un toquecito en la cabeza y nos echamos a reír.
Rebeca: Pues... que son las dos y media y pensaba que si te quieres venir a casa a comer y te presento a alguien.
Pablo: ¿A quien?
Me pregunta extrañado.
Rebeca: Ahh... !!Sorpresa¡¡ Bueno que, ¿te vienes o no?
Se levanta y estira su mano para ayudarme a levantarme.
Nos dirigimos a mi casa. Quizás Sandra me mate por no avisarle de que llevo visita, pero pienso que le gustará la sorpresa.
Creo que se llevarán bien, muy bien.
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